Story by Dinarella / Photos by DinaRella & Tales from Thunderboat Row
Cada uno tiene un apodo y lo de Allan Brown es BROWNIE. Es dulce como el pastel de chocolate también, pero más conveniente y adecuado seria poner la palabra BOYANTE delante de su alias y colocar una foto del héroe no sumergible junto a la definición de la palabra.
¿Por qué? Porque Brownie es el comandante en jefe de offshore y la cara conocida detrás de décadas navegando y elevando barcos para volar metafóricamente más alto que la Nave Espacial Enterprise, y él ha ganado la distinción.
I. Desde principios de los años 60 ha demostrado la capacidad de mantenerse a flote o en el aire (mientras está dentro o colgándose de una parte del casco)
II. Es un hombre optimista (aunque admita que una caja de cerveza y las bellezas adornadas en bikinis podrían haber desempeñado un papel a veces.)
III. Hoy con sus 85 años de edad, sigue comprometido y dedica su tiempo a actividades relacionadas con los barcos de alto rendimiento, el mismo que cuando Don Aronow lo acogió por primera vez bajo sus alas.
De alta mar hydro-acrobáticas con el barco y cuerpo hasta su espíritu estupendo cuando viene a cambiadores de juego en el mundo de offshore en la arena de carreras profesionales, y en el sector de fabricación y comercio, no hay nombre que resuene tan profundamente como Brownie, el conocedor del agua nacido en Indiana y criado en Miami.
Un puñado de sus papeles múltiples durante sus 17 años llenos de acción en cada posición imaginable en Calle N.E.188th, a.k.a. Thunderboat Row, incluido: el director general de Donzi Marine, el jefe de ingeniero para Magnum Marine, el presidente y CEO de Cougar Marine (el creador de las lanchas que ganaron 33 carreras consecutivas incluso 12 campeonatos mundiales y nacionales), el ingeniero de producto para Gentry Transatlantic en el megayate Gentry Eagle de 113 pies que conserva el record del cruce de velocidad trasatlántico, y director del desarrollo de productos para Cigarette Racing Team y Stainless Marine.
La biografía fascinante de las desgracias mecánicas de las lanchas, los logros innovadores y los espaldarazos épicos sostenidos por este titán son más largos que el Expediente de Mueller agotador, y por supuesto mucho más transparente, dado que Brownie recientemente autopublicó un cuento de narrativas documentales.
Publicado el otoño pasado, Tales from Thunderboat Row contiene todos los detalles para los aficionados de las lanchas y es diferente que los dos otros coleccionables: Speed Kills y Blue Thunder que eran parcialmente verdaderos, y por otro lado no confirmados. El libro de Brownie es una colección de recapitulaciones marítimas de primera mano que atraviesan todo de su archivos de las carreras de offshore de la Edad de Oro que hace volar la mente hasta la llegada reciente de la consola central y sus "motores montados fuera en la plataforma trasera " fenómeno.
Tales from Thunderboat Row cubre 54 cuentos sobre la construcción de barcos, tomando cervezas y persiguiendo mujeres, hasta rompiendo huesos y ganando carreras. Brownie dijo, "Jura que la mayoría de los cuentos son al menos 95% verdaderos y espera que no hicieron daño a nadie en el otro 5%".
El campeón del mundo y el confidente Rich Luhrs escribió el prologo inolvidable del libro llamando a Allan Brown, el Maestro de Offshore insumergible, mientras innumerables otros hombres excepcionales y reverenciados hicieron breves apariencias en las 234 páginas como: Don Aronow, Sam Griffith, Dick Bertram, Jim Breuil, Jake Trotter, Harry Schoell, Sonny Levi, Odell Lewis, Bobby Moore, Sammy James, Elton Cary, Al Copeland, Bill Wishnick y Carl Kiekhaefer.
Algunas de mis favoritas de sus interpretaciones de burla y diversión y su cariño por competencias fuertes, fue durante una carrera cuando tuvieron que reducir la velocidad para echar un compañero herido por la borda; y en otra batalla hicieron exactamente el contrario cuando tuvieron que volver para recoger a un tripulante desechado después de una regulación de la reglamentación declaró que "todo el equipo debe estar a bordo cuando cruce la línea final."
No sólo sus colegas se encontraban empapados y nadando hasta la orilla, tomaban una par de sumergidas de vez en cuando. Como un favor personal para Aronow el todopoderoso, Brownie estaba trabajando en el muelle de demostración de la empresa Magnum Marine durante el Salón Náutico de Miami de 1968. Cuando salieron en un Misile para hacer una prueba Brownie dejó dos chicas a bordo para una sesión de fotos, desde sus asientos al mar. Afirmó que el giro inmediato de 90 grados solo debía mostrar como un Misile gira sobre el agua. Brownie tenía un fila de clientes esperando sus turnos en el muelle para embarcar en él. Magnum vendió unas docenas de Misiles ese día.
Para ayudarle a ganar carreras o al menos mantenerse en curso, la brújula del bombardero D12 infalible era una de sus armas más fieles que sujetaría a tableros y mantenerla apretado con sus pies; y otro equipo náutico que continúa manteniendo una relación de amor/odio con "los instrumentos del diablo", su nombre afectuoso para los motores de propulsión mixtos de aluminio.
En otra historia reveló su afecto increíble (o tal vez era una de aquellas mentiras que menciona) para comer cantidades excesivas de pollo frito de Popeyes por primera hora de mañana en la recepción de la cede principal en Louisiana, cuando se fue allí por negocios de Cougar Marine, en esperanza de entintar un acuerdo con Al Copeland, (en lo que se haría uno de los guerreros del agua más legendarios en la historia de barcos rápidos.)
La reunión de la mañana se movió a la residencia de Copeland en Lake Ponchartrain y por el anochecer, se introdujeron las bebidas alcohólicas y se consumieron más trozos de pollo grasiento. Toda esta alegría generó horas de charla por toda la noche que finalmente llegó a una conversación sobre un asociado de Brownie que se especializa en las instalaciones de jacuzzis... esto claramente despertó el interés de Copeland.
Como es obvio, Brownie regresó al Thunderboat Row con el contrato para el primer Cougar Marine cat impulsado por cuatro motores, y dentro de poco Copeland y las compañeras disfrutaron las burbujas en su muy versátil jacuzzi nuevo.
Brownie no solo apreciaba tiempos con su familia de las carreras de la costa, sino también encontró tiempo para empezar su propia familia. Recordó un viaje por carretera memorable hacia el Oeste a la granja, cuando su esposa Deanna, sus hijos y un amigo literalmente tomaron el toro por los cuernos durante un enfrentamiento desafortunado a medianoche.
De la nada su coche y remolque que lleva a su Formula 233 Challenger golpearon a una manada de ganado de carne Angus. En Indiana los toros tienen el derecho de vía. Brownie fue responsable no sólo de sus daños, sino también la cuenta de la carnicería.
Sin importar si las costillas fueron de un toro, un compañero o sus propias, Brownie nos pone en medio de sus aventuras indomadas. ¡Caramba... yo tenía la sensación que rebotaría cuando navegando por el Tongue of the Ocean (TOTO) (50 millas de Nassau) en la carrera desde Miami a las Bahamas, y fui yo volando por delante de Needles, la formación de la roca durante la cruzada legendaria que se llamó Cowes-Torquay!
Tales from Thunderboat Row es un auténtico objeto de coleccionista para fanáticos de los barcos rápidos como yo, y recibí mi copia personal como una sorpresa gracias a un gesto dulce y secreto de mi amiga inspiradora Marilyn DeMartini. Cuando nosotros tres nos vimos en el campo de Miss Geico Racing durante el Cocoa Beach Offshore Grand Prix, Brownie físicamente me dio una copia firmada.
Todavía muestro una sonrisa grande en mi cara y mi libro está en el centro de la mesa encima de Searace de John Crouse que de hecho, todavía no he devuelto a la Universidad de Miami desde 1994.
Para pedir su propia copia envíe un cheque de $100 (gastos de envió incluidos) a Allan Brown, 1902 N. Avenida 23, Hollywood, Florida 33020, o visita www.talesfromthunderboatrow.com Con menos de 200 días hasta Navidad, no haya un regalo mejor para cualquier de sus amíguetes de las lanchas.
Preludio Para Parte Dos:
La decadencia de la era de las lanchas comenzó cuando las carreras de offshore se movieron inshore o cerca de la costa (por lo visto los organizadores olvidaron cambiar el nombre), oficialmente matando el "off" parte del deporte. Para añadir el insulto a la herida, Calle N.E.188th trágicamente comenzó su metamorfosis gradual en un remiendo ajardinado típico completa con: bloques altos residenciales, parque, centro de las artes y escuela en el callejón sin salida.
Hasta este día no hay un rastro de pruebas que conmemoran los días de gloria celebres de Gasoline Alley ¡Nada! Pero la esperanza no se pierde, la huella de Thunderboat Row permanece viva y bien dentro de Brownie y él todavía está dejando su marca en el mundo de offshore.
Los carteles de los clásicos durante la generación de offshore de Brownie como -- Kaama, Dry Martini y Gentry Eagle embellecieron las paredes de mi dormitorio cuando era niña, y para mí él es uno de los influyentes originales de la historia de offshore. Ahora le invito a leer Parte Dos y ver que hace él en 2019.
